Medio Ambiente ha recogido más de 40 rapaces en seis meses

En estos seis primeros meses del año los agentes de Medio Ambiente han recogido en la Comarca de Ronda más de 40 rapaces que han aparecido muertas, heridas o simplemente atontadas por una caída. Este es precisamente el caso de uno de los cárabos que ayer volvió a alzar el vuelo en Cartajima, donde fue descubierto hace mes y medio por los niños del pueblo. Al parecer el polluelo se había caído del nido, yendo a parar a una de las aulas del colegio que se encontraba en obras. Nada más verlo los pequeños llamaron a los agentes que avisaron del hallazgo al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA), donde la rapaz permaneció hasta ayer. Ahora, una vez que lo han criado y lo han enseñado a cazar, el cárabo vuelve a volar en libertad por los riscos de Cartajima. Además fueron los mismos niños que lo encontraron quienes ayer lo lanzaron al aire en medio de bromas y sonrisas.

Pero no sólo soltaron un cárabo, sino tres, y además otros cinco cernícalos, de modo que los pequeños pudieran observar de cerca las diferencias entre las rapaces diurnas y las nocturnas. De este modo disfrutaron devolviéndole la libertad a los pájaros y vieron los frutos de su actuación. Los agentes de Medio Ambiente destacaron ayer el hecho de que la suelta se lleve a cabo en el mismo lugar donde son encontradas las aves, ya que de este modo no sólo se las devuelve a su hábitat de origen, sino que además se realiza una labor de concienciación social.

Ayer los nueve alumnos del colegio Alto Genal, de Cartajima, participaron en la suelta de las rapaces, y eso que se encontraban de vacaciones, pero es que el regreso del cárabo al pueblo se convirtió en todo un acontecimiento. Los pequeños esperaban nerviosos la llegada del ave y, una vez allí, todos querían tocarlo. Afortunadamente hubo aves para todos y, ataviados con los necesarios guantes, todos los chicos presentes pudieron disfrutar echando a volar una rapaz.

Problemas

En este caso los agentes encontraron al animal en perfectas condiciones, aunque no siempre es así, ya que hay muchas aves que recogen después de haber sido atropelladas, o incluso ya una vez muertas por envenenamiento o electrocución. De este modo no todos los casos tienen un final feliz como el de ayer, aunque gracias al CREA se salvan muchos ejemplares.

En este sentido los agentes de Medio Ambiente llamaron ayer una vez más a la colaboración ciudadana, que resulta indispensable para la protección de estas aves. Lo primero, si se encuentran alguna, es avisar a Medio Ambiente, después pueden recogerla cubriéndola con un trapo y guardarla en una caja debidamente ventilada. Del resto de encargan el CREA y Medio Ambiente.